Que preferirías ser, ¿exitoso o trascendental?. Definamos la diferencia entre ambas palabras. Una persona exitosa ha logrado al menos una buena parte de sus objetivos y sueños. Esta viviendo lo que en algún momento era solo una idea que estaba en su mente. No se trata de posesiones ni resultados económicos, no se trata de fama o influencia, aunque estos normalmente vienen como parte del paquete. Se trata de logro; de ver realizado lo que nos propusimos.
La trascendencia viene cuando hemos podido duplicar ese éxito a nuestro alrededor. Cuando nuestro camino ha servido como catalítico para que otros emprendan su camino, nuestra lucha ha sido de inspiración para la lucha de otros, nuestro logro ha involucrado el logro de muchos otros.
Eres exitoso cuando has logrado. Eres trascendente cuando has ayudado a otros a lograr.
Lo interesante es que puedes ser exitoso sin ser trascendente pero es muy difícil ser una persona trascendental sin ser exitoso. La trascendencia, a mi entender, es un paso más allá del éxito personal.
No hay nada mas peligroso para ser trascendente que lograr el éxito.
El éxito a la mayoría de nosotros nos embauca, nos entretiene y nos quita perspectiva. Es por eso que existe el dicho de que “es mas dificil mantener el éxito que lograrlo”. Una de las mejores vacunas para este “mal del éxito” es perseguir la trascendencia. Medir nuestro éxito por la cantidad de influencia positiva lograda, por la cantidad de personas exitosas que hemos ayudado a desarrollar y cuantos de esos exitosos también decidieron ser trascendentales.
A través de la trascendencia podemos impactar generacionalmente mucho más allá de nuestra vida física.
